Nueva Jornada de protestas en Estambúl
[DHA]
La policía turca ha irrumpido a primera hora de esta mañana con blindados en la céntrica plaza Taksim de Estambul. Más de 300 agentes ocuparon casi la totalidad de Taksim y se enfrentaron a los manifestantes en uno de los flancos del parque de Gezi, el tramo que va desde donde empiezan las obras de peatonalización, en la calle Cumhuriet, hasta el hotel Divan, en la misma arteria.
Justo al mediodía, un contingente de 200 policías comenzó a replegarse de Taksim en dirección a la calle Gumussuyu, aunque los agentes mantienen 10 tanquetas de agua a presión distribuidas por la plaza. Al menos un millar de manifestantes formó un pasillo alrededor de la columna de policías cantando "hombro con hombro, contra el fascismo". Cuando los agentes estaban a punto de abandonar completamente la plaza, volvieron a cargar con especial virulencia contra los manifestantes. El desalojo ha dejado 270 personas heridas, cinco de ellas graves, según denunció la Asociación Médica Turca. Otras 80 han sido atendidas por diversas molestias. Al menos 70 de los heridos sufren quemaduras en diferentes partes del cuerpo por las balas de gas pimienta de la policía.
Dentro del parque de Gezi se vivía una calma tensa, con escenas de ansiedad. A la enfermería del parque llegaban heridos de consideración leve, pero parecía que la policía no se atrevería a entrar en la simbólica acampada. Sin embargo, cientos de agentes han entrado en la zona con balas de plástico, gas pimienta y agua a presión, sin llegar a tomer Gezi del todo: irrumpen y se repliegan una vez tras otra.
El desalojo comenzó alrededor de las 7.30 horas. Dos vehículos de agua a presión (llamados TOMA) entraron con al menos 140 policías y retiraron los carteles colgados en el Atatürk Kültür Merkezi, uno de los edificios que rodea Taksim. A partir de ahí empezaron a 'limpiar' la plaza de Taksim con agua a presión, y a disparar gas pimienta contra un grupo de manifestantes que se enfrentaba a ellos con piedras.
Al poco, fueron llegando más refuerzos. Una parte de los manifestantes intentó dialogar con la policía y pactar no entrar en la acampada. Pero, al mismo tiempo, grupos de presentes, apostados en una calle aledaña de Taksim y en la zona de obras peatonales, continuaron tirando piedras y botellas, lo que llevó a la policía a seguir cargando.
Según incidió la policía, su intención sólo era desalojar la plaza de Taksim, no el campamento de Gezi, donde duermen varios centenares de personas.
Víctimas
La Asociación Médica Turca habla de cientos de manifestantes heridos en el desalojo y en los choques con los agentes. En concreto, Ahmet Özdemir Aktan, presidente de esta organización declaró que se han tratado decenas de traumatismos craneales debido al impacto de los botes de humo disparados a corta distancia por los antidisturbios.
Hay cinco heridos graves y Aktan se refirió en particular a una persona que sufrió una fractura grave y que ha tenido que ser hospitalizada para ser operada. Sin embargo, según el gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, el desalojo sólo ha dejado unos pocos heridos, ninguno grave ni hospitalizado.
Ahora la policía mantiene 10 tanquetas de agua a presión distribuidas por Taksim, cuatro de ellas en la entrada del campamento.
En la plaza permanecen al menos dos centenares de agentes, distribuidos por el espacio de Taksim.
Mientras, los manifestantes intentan reconstruir los tenderetesdestrozados por el agua, situados dentro y fuera de la plaza. Dentro del campamento hay un millar de personas.
El único foco de tensión ahora es una barricada formada por unos cincuenta jóvenes de distintas facciones de ultra izquierda. Están fuera de parque, sobre la parte de Taksim que estaba en obras de peatonalización antes de que empezara todo. La policía negocia que dejen de enfrentarse a ellos, pero estos chavales no quieren hablar retirarse y ocupar sólo el espacio del parque hasta que la policía se retire de Taksim.
La carga se ha producido en el undécimo día desde que los disturbios arreciaron en el centro de Estambul y 15 días después de que un grupo de activistas ambientalistas acampó en el parque de Gezi para evitar que se talaran sus árboles.
Pese a que la intención inicial del primer ministro Erdogan erareconstruir unos antiguos cuarteles otomanos para que albergaranun centro comercial, las protestas llevaron al líder político a asegurar que ya no era tal su intención, sino usar esas mismas instalaciones para albergar equipamientos culturales.
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